Historia de la Fiesta Nacional del Mar

En el mes de febrero de 1910, en la ciudad que ya comenzaba a erguirse como centro turístico por excelencia, surgió la idea de elegir y coronar a la Reina Nacional del Mar. El 23 de febrero de ese mismo año, se realiza la elección en el lujoso y aristocrático salón principal del Hotel Bristol donde participaron doce bellas jóvenes hijas de bañeros y pescadores como lo determinaba el reglamento.

El título consagró como flamante soberana a una esbelta maestra de 17 años: Emilia Bonacci, la cual no era marplatense sino porteña, pero trabajaba en una escuela local y residía en la casa de la familia La Cava. Fueron sus princesas Vicenta Carboni, Socorro García, Antonia Martínez, Basilia Martínez, Pilar Bordoni y Dolinda Carboni, y el jurado estuvo integrado por Zelmira Paz de Gainza, Otilia Alcorta de Rodríguez y María Roca Demarchi. La fiesta de coronación tuvo lugar en el teatro Odeón y la reina pionera junto a su corte de princesas fue paseada en una nave romana, alegórica carroza de diez metros de largo y profusamente iluminada. El cortejo recorrió distintas calles de la ciudad y era flanqueado por marineros y niños con antorchas.

Años más tarde, se realiza una nueva elección y es así como en 1932 entre nueve finalistas se consagra Reina del Mar a Dora Lombardo de 19 años de edad. Pero el paréntesis de estos certámenes de belleza se abrió por varios años. Los sucesos políticos nacionales e internacionales hicieron que dejaran de ocuparse de este tipo de festejos, que por entonces eran considerados como sociales.

En 1952 la Dirección Municipal de Turismo comenzó a auspiciar la elección de «Miss Mar del Plata» para adquirir a partir de ese año un ritmo sostenido que sirvió para dar un tinte tradicional a este acontecimiento.

Una vez más los sucesos políticos ocurridos en el país provocaron un nuevo paréntesis extendido hasta 1967 en forma oficial. A partir de este año se reconoce el título de «Reina Provincial del Mar» descartando ya el «Miss Mar del Plata» de la década del ’50. La oficialización del acto de elección y coronación se realizó casi ininterrumpidamente en el teatro Auditorium, y las jóvenes elegidas iniciaron el rito de presidir los actos de inauguración de la temporada. Se sucedieron así los nombres de María Cristina Serra; Marta López; Beatriz Callejón; Alicia Leoni y Mabel Carrique. En mérito a la trascendencia adquirida, que excedía ya el ámbito local, el gobierno nacional le otorga en 1972 este carácter a la fiesta. A partir de entonces la «s» que organizara la Secretaría de Turismo -hoy Ente Municipal de Turismo (EMTUR – Mar del Plata)- cobra un marcado interés en el país, transformándose dicho festejo en un brillante y tradicional espectáculo que comienza a transmitirse a la Capital Federal y a distintos puntos del país.

Con el correr de los años y acorde a la evolución de la fiesta, el marco y la escenografía de la misma fueron cambiando; el Club Náutico, el Teatro Auditorium, el hotel Provincial, el Estadio Ciudad de Mar del Plata, la Plazoleta de la Armada Argentina, la explanada del Balneario «Las Toscas» y el Estadio Polideportivo «Islas Malvinas».

Cabe recordar algunas de las figuras que han participado de la Fiesta: Joaquín Cortés, Cristian Castro, Carlos Ponce, Ricardo Montaner, Diego Torres, Marcela Morelo, Westlife, Natalia Oreiro, Pimpinela y Elvis Crespo, entre otros.

La XXXVII Fiesta Nacional del Mar se desarrolló en el marco de una original comedia musical creada por el reconocido director Manuel Gonzalez Gil denominada “amardelplata”. El espectáculo, que recreó distintas etapas de la historia marplatense, contó con más de treinta bailarines en escena, ochenta cantantes integrantes de coros, actores y la presencia de dos figuras protagónicas como Carlos García y Georgina Esposito.

Al igual que en 1910, la nueva soberana es electa entre doce jóvenes residentes en la ciudad de Mar del Plata, cuyas edades oscilan entre los 16 y 24 años, quienes con su belleza e inteligencia hacen de esta fiesta un espectáculo lleno de ritmo y color; pero actualmente la tarea de la Reina Nacional del Mar resulta más compleja y variada que la de 1910, ya que durante su reinado cumple funciones de promoción turística en diversos acontecimientos a nivel nacional e internacional.